Detalle del Adorno:
La alegoría hace eco del llamado de Su santidad Francisco en la bula de convocatoria para el año Jubilar, Misericordiae Vultus: Dios, Nuestro Padre, ha enviado a su Hijo Jesús para mostrar su amor. Él es el enviado del cielo para abrir las puertas del Reino a todos los que quieran entrar y ya nadie podrá cerrarlas, por eso veremos al frente del anda las puertas del Reiino que un ángel abre a todos (Yo soy la puerta Jn 10.9). Él ángel representa la acción de Dios.
A continuación, un fariseo que representa a aquellos que nos ponen trabas y nos tratan de cerrar la puerta del Reino"¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres del Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran." Mt. 23.13. Al centro, sobre un dorado y regio catafalco inspirado en detalles de catedrales romanas, la Consagrada imagen de Jesús del Rescate, cargando con su cruz. Él une lo divino y lo humano, La misericordia divina se ha encarnado. Él es el rostro misericordioso del Padre. Su túnica roja expresa amor, ese amor que nace de su corazón. Jesús es el enviado del cielo, por eso las nubes alcanzan y rodean al catafalco donde se posa el Señor. Rematando el anda, una poderosa representación del Padre Eterno de quien todo procede, señalando con firmeza y autoridad a su Hijo: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección". Mt 3.17.
Recorrido
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